El primer día que gané algo decente, tipo 200 mil pesos, me emocioné y pedí el retiro. Pero no sabía que con tarjeta se demora más. Al final tuve que esperar como tres días y eso me estresó un montón. Después probé con criptomonedas y fue otro cuento, en 30 minutos ya estaba todo en mi wallet. Me di cuenta que cada método tiene sus truquitos, hay que ir probando qué conviene más según el día.

A veces creo que lo que más nos engancha no son ni los bonos ni los jackpots, sino esa adrenalina de saber si realmente vas a ver la plata en tu cuenta o no. Hay algo raro ahí, como una mezcla de fe y prueba constante.